Frases de Tokyo Revengers

"Mi vida de fracaso es culpa suya", "solo tuve mala suerte", eso solía pensar, pero no es así, todo, todo fue culpa mía, por resignarme después de una sola derrota, por mi propia debilidad, me da igual si es patético, me da igual hacer el ridículo, me da igual no poder ser como Mikey, yo soy Hanagaki Takemichi, y no pienso abandonar esta segunda oportunidad en la vida.

Si vamos a ser delincuentes juveniles, primero debemos averiguar que tan lejos nos pueden llevar nuestros puños.

No tiene nada de malo defender a quienes quieres, pero no cometas locuras, si te metes con quien no podrías acabar muy mal.

Mikey tiene la culpa...

La diferencia entre un niño y un adulto es la capacidad para tomar decisiones sin tus emociones interfiriendo.

No importa que tan malvado pueda ser alguien, supongo, que simplemente es difícil aceptar la muerte de alguien a quien conocemos.

Esto es solo un pelea de niños, no estamos aquí para matarnos. Solo queremos lucirnos, ser rudos y vernos geniales. No sabemos dónde más centrar nuestro poder, así que lo expulsamos entre nosotros ¡Peleando con los puños! ¡¡Por lo que creemos, por la carga que llevamos!!

Cuando muere la persona que más amas, es inaceptable.

No importa cuanto falles, tu siempre vuelves, ahora que lo pienso... Así es como debería actuar un héroe.

Lo que es realmente importante... No es que puedas ganar en peleas. Es no perder en contra de ti mismo.

Todos somos débiles es por eso que tenemos familia.

No odies la situación en la que naciste... Aunque no eres el único que quiere huir.

Parar... Eso no cambiará el futuro, entonces ¿No es mejor arriesgar mi vida por ello?

Nunca golpees a tu hermana menor, no importa que tan mal se comporte, perdónarla con una sonrisa.

La violencia... Debe ser usada para proteger.

Aunque matar a alguien te vuelve un villano, cuando matas a un enemigo, eres un héroe.

No hay nadie a quien no le dé miedo pelear, ¡Lo que importa es enfrentar tus temores.

¿Te has preguntado alguna vez cómo es el cielo?

Hay veces en las que uno no puede rendirse