Podemos vivir teniendo diferentes ideales, pero queremos lo mismo, hemos sido creadas para pelear porque fuimos creadas para salvar al mundo.
Todas las batallas deben ser dramáticas, son la representación física de la voluntad, la voluntad las anima y les da fuerza.
La humanidad empezó a navegar los océanos con aventura en sus corazones, pero pronto ese corazón se lleno de otro deseo, el deseo de conquistar los mares, la historia del océano esta llena de guerra y conflictos, ese es el verdadero deseo de la humanidad.
Alguien me podría decir ¿si algún día los conflictos llegaran a su fin? La guerra evoluciona, pero nunca cambia.
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Los seres humanos me entretiene ¿quién los entiende? Dicen odia la guerra pero siempre eligen pelear, sus contradicciones internas son incorregibles.
El mundo solía ser un lugar simple, luchar era la razón de nuestra existencia, nuestros enemigos eran invasores de afuera, además la humanidad estaba arrinconada, era un lugar duro en el cual vivir, pero no había dudas en nuestra lucha, pelear, proteger, esas dos coas eran lo mismo, sin contradicciones.
Viento celestial, detén el paso entre las nubes, las doncellas celestiales deben permanecer en la tierra.
No importa lo difícil que se vuelva la vida, podemos vivir orgullosa y noblemente, hay que ser un ejemplo para los que han perdido el camino, por esa razón siempre debemos ser elegantes y asistir con elegancia todo aspecto de la vida porque ese es el propósito de las doncellas.