Las Águilas Pueden Volar Los monos pueden escalar Los grillos pueden saltar Los caballos pueden correr Los búhos pueden buscar Los guepardos pueden perseguir Las águilas pueden volar La gente puede intentar Pero hasta ahí.
Porque Tú Conmigo alrededor, mañana el día podrá brillar. Pero hoy que está oscuro, abajo solo puedo mirar. Mi mirada está un poco más centrada Porque tú me miras. Cuando quiero decir algo, lo digo al gritar. Pero mis verdaderos sentimientos salir no podrán. Mis palabras están un poco menos vacías. Porque tú me escuchas. Cuando tengo algo encima, las estrellas quiero alcanzar. Pero cuando me siento pequeña, muy lejos no puedo llegar. Ahora soy un poco más alta. Porque tú te sientas conmigo. Creo en mí misma de todo corazón. ¿Pero que hago si me duele un montón? Mi fé es un poco más fuerte. Porque tú confiaste en mi. Mi pluma siempre pone mis sentimientos a prueba. No soy buena escritora, pero hago todo lo que pueda. Porque tú, porque tú, porque tú.
Seré Tu Playa Tu mente está tan llena de problemas y miedos Que tu asombro han borrado tras los años Pero hoy tengo un lugar especial Una playa a la que ir. Una costa más allá de donde puedas mirar Un mar que con la intensa luz va a brillar Las paredes en tu mente bajo el sol Se van a derretir. Seré la playa que tu preocupación borrará Seré la playa con la que cada día soñarás Seré la playa que tu corazón hará saltar Que te abandonó hace tiempo te hizo sentir. Bajo la arena tus penas hay que enterrar Bajo la luz del sol mi mano puedes tomar Lava tus inseguridades en agua salada Y déjame verte brillar. Tus memorias en el camino hay que dejar El viento en mi vela libre te hará Eres genial y lo debes recordar Cuando nuestros labios se van a juntar. Seré la playa que tu preocupación borrará Seré la playa con la que cada día soñarás Seré la playa que tu corazón hará saltar Que te abandonó hace tiempo te hizo sentir. Pero dejame a tu lado poder estar Tu propia playa, tu propio escape Y aprenderás a amarte otra vez.
Abre Tu Tercer Ojo Puedo sentir la ternura de su piel a través del cuchillo, como si fuera una extensión de mi sentido del tacto. Mi cuerpo casi convulsionando. Hay algo increíblemente tenue, tan profundo, que grita por resistir este placer incontrolable. Pero me doy cuenta de que me empujan hacía la orilla. No puedo... No puedo detenerme.
Fantasma bajo la luz Los mechones de mi pelo se iluminan bajo el brillo ámbar. Bañándose. Debe ser esta. La última luz restante en la calle que pasó la prueba del tiempo. La última aún por ser reemplazada con el enfermizo tono verde azulado del futuro. Me baño. Tranquilidad; Respiro el aire del presente pero vivo en el pasado. La luz parpadea. Yo Parpadeo.
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El mapache Sucedió en la oscuridad de la noche mientras cortaba pan para un bocadillo culposo. Mi atención fue atrapada por un mapache que se apresuraba fuera de mi ventana. Esa fue, yo creo, la primera vez que noté mis extrañas tendencias como una humana inusual. Le dí al mapache un pedazo de pan, mi subconsciente al tanto de las consecuencias. Al tanto de que un mapache alimentado siempre volverá por más. La tentadora belleza de mi cuchillo de corte fue el síntoma. El pan, mi curiosidad hambrienta. El mapache, un impulso. La luna incrementa su fase reflejando aún más luz en mi cuchillo de corte. La mismísima luz resplandeciente en los ojos de mi amigo el mapache. Rebano el pan, fresco y suave. El mapache se emociona. O quizás meramente estoy proyectando mis emociones al recientemente satisfecho animal. El mapache empezó a seguirme. Podrías decir que nos hemos acostumbrado bastante el uno al otro. El mapache está hambriento más y más seguido, por lo que mi pan siempre es útil. Cada vez que blando mi cuchillo de corte el mapache me muestra su emoción. Una descarga de sangre. Condicionamiento pavloviano clásico. Rebano el pan. Y me alimento otra vez.
Fantasma bajo la Luz (2) Los mechones de mi pelo se iluminan bajo el brillo ámbar. Bañándose. En la distancia, una luz verde azulada parpadea. Una figura solitaria cruza en su camino- una silueta obstruyendo el brillo fantástico. Mi corazón late. La silueta crece. Cerca Cerca. Abro mi paraguas, proyectando una sombra para escudarme de la visibilidad. Pero es muy tarde. Da un paso en la luz de la calle. Jadeo y tiro mi paraguas. La luz parpadea. Mi corazón late. El levanta su brazo. El tiempo para. El único indicador de movimiento es la luz ámbar parpadeando contra su brazo extendido. La luz parpadeante va al ritmo de los latidos de mi corazón. Burlándose de mi por sucumbir ante esta prohibida emoción. ¿Alguna vez has escuchado de un fantasma sintiéndose cálido? Rindiéndome en entender, me río. Entendiendo lo sobre valorado. Toco su mano. El parpadeo se detiene. Los fantasmas son verde azulado. Mi corazón es ámbar.
Playa Algo maravilloso millones de años en creación. Dónde el útero de la tierra caóticamente encuentra la superficie. Bajo el claro cielo azul, como una expansión de dicha - Pero debajo de las grises nubes, un enigma sin fin. El mundo en el que perderse es más fácil es dónde todo puede ser encontrado. Uno puede construir un castillo de arena solo dónde está húmedo. Pero dónde esta húmedo, la marea llega. ¿Gentilmente lamerá sus cimientos hasta que te rindas? ¿O una ola repentina te estrellará en un parpadeo? De cualquier forma el resultado es el mismo. Y aún así construimos castillos de arena. Me paro dónde la espuma envuelve mis tobillos. Dónde mis dedos se hunden en la arena. El aire salado es terapéutico. La brisa es suave, pero poderosa. Hundo mis dedos en la definitiva línea limitante, tentado por los zarcillos espumosos. Volteo atrás, y abandono mi paz para erosionarme en la costa. Fluyo delante, y regreso a la Tierra por siempre.
Rueda Una rueda rotante. Girando en un eje. Cabeza de tornillo. Caja de cambios linear. Cielo que cae. Siete estacas sagradas. Un barco atracado. Un portal a otro mundo. Una cuerda delgada atada a una cuerda gruesa. Un arnés roto. Caja de cambios parabólica. Universo expandiéndose. Tiempo controlado por engranes deslizantes. Existencia de Dios. Nadar en agua abierta en todas direcciones. Ahogarse. Una plegaria escrita en sangre. Una plegaria escrita en serpientes con ojos humanos que devoran el tiempo. Un hilo que conecta los ojos de todos los humanos que viven. Un caleidoscopio de estacas sagradas. Caja de cambios exponencial. Un cielo de estrellas que explotan. Dios desaprueba la existencia de Dios. Una rueda rotando en seis dimensiones. Cuarenta engranajes y un reloj. Un reloj que avanza un segundo por cada rotación del planeta. Un reloj que avanza cuarenta veces cada vez que avanza un segundo. Una cabeza de tornillo de estacas sagradas atado a la existencia de un barco atracado en otro mundo. Un caleidoscopio de sangre escrito en relojes. Una plegaria que devora el tiempo conectada a un cielo de cuarenta engranajes y ojos humanos abiertos en todas direcciones. Caja de cambios que respira. Cabeza de tornillo que respira. Barco que respira. Portal que respira. Serpiente que respira. Dios que respira. Sangre que respira. Estaca sagrada que respira. Ojo humano que respira. Tiempo que respira. Plegaria que respira. Cielo que respira. Rueda que respira.