Frases de 3-gatsu no lion

Esa casa es justo como un kotasu... Cuando entras es tan cálido se siente como si te fueras a derretir, y es tan acogedor. Pero cuando te vas vuelves a recordar... Que tu vida cotidiana estaba bien antes de eso, como una brisa fría.

Como un extenso rió, que fluye lentamente, el nuevo año ha llegado.

Deja de presumir, ¡¡Kiriyama!! Si tú de verdad quieres ganar, ¡debes ser más persistente! ¡No te concentres solo en el ataque! ¡Debes defender bien también!

¡¡Valora más tu propio shogi!! ¡¡Kiriyama!!

Son todos esos pedacitos los que me forman.

Él es como un árbol Keyaki. A cambio de desarrollarse poco a poco, soporta las lluvias y los vientos, y crece fuerte. ¿Y yo? ¿Qué sería yo?

Sé que se irán uno tras otro. Del shogi, de la vida... Pero recuerdo que había tipos a los que odiaba y tipos a los que apreciaba. Pero no hay duda. Son todos esos pedacitos los que me forman.

Las bandas son expectativas. Al recibirlas durante años, pueden volver tu cuerpo tan pesado que no puedes ni moverte. Pero cuando temes cubrirte de fuego te mantienen firme y te atan para que no puedas escapar. Es irónico. Entonces podría decirse que llegué hasta aquí sin huir gracias a ese peso.

El mundo no sólo gira en torno a los resultados.

No tengo ni un solo motivo para sacrificar mi vida por esa gente.

Incluso si todo desaparece, nunca lo olvidaré. Nunca olvidaré que hubo días en los que fui feliz de verdad.

Me pregunto si lo que gané de pronto, se perderá igual de fácil... Pero, por ahora soy feliz.

Ganar y perder cosas es algo inevitable en la vida. Sientes dicha, decepciones y se repite. Así aprendes a manejar tus sentimientos. La decepción y la soledad son emociones necesarias. Debido a la soledad, la gente reúne valor y llega a un nuevo mundo. Hacerlo es como si un bebé se extendiera y expande su pequeño mundo.

Nunca cambiaré. Sólo pienso en mi mismo. No veo la amabilidad de otros, ni su fuerza, ni su soledad... No veo nada.

Todo el mundo pelea por su diminuto lugar en el mundo.

—Oye Kiriyama... ¿por qué entraste de nuevo a preparatoria? ¿Fue para comer solo en las escaleras? No, ¿verdad?

- No digas que no lograste nada. Te esforzaste. Yo lo ví.
- Ojalá no hiciera esto. Siempre es igual. Habla sin consideración alguna. Ojalá dejara de hacerlo. Y menos de repente. De verdad... es un problema...