Frases de Detective Conan

Eres un detective ¿no? Si te haces llamar un detective, entonces, ¡¿por qué no tratas de deducir lo que hay en mi corazón?!

Las palabras son como armas, si las usas de la manera equivocada, se convertirán en feas armas.

¿Cómo querías que durmiera contigo a mi lado? Dando todos esos suspiros...

Lo primero es encontrar el elemento extraño en la normalidad. En todos lo casos hay algo que no encaja, que es distinto que lo habitual, aunque parezca que es algo improbable, absurdo o que nadie haría. En el momento en el que sale de lo normal se convierte en algo importante, porque en una situación normal nunca hay nada que llame la atención.

A diferencia del agua que fluye y la brisa invisible que no tienen forma, las deducciones toman la suya con naturalidad.

Nunca sabemos el destino que nos espera.

La venganza solo trae más venganza. La felicidad momentánea se va de a poco como la caída de los copos de nieve en la palma de tu mano.

Cada vez entiendo menos a las mujeres.

Así que la encontraste en el suelo, hecha pedazos... Igual que mi pobre corazón.

No puedes comprar el corazón ni el amor de las personas.

La gente que tiene éxito es la que sabe reconocer cuándo se le presenta una buena oportunidad. Si uno deja pasar una buena oportunidad pensando que en adelante seguro que vuelve a presentársele algo parecido, puede despedirse de ella porque no volverá...

El perdón es un aliado, la venganza un enemigo.

Quizá podría esconder su cara con esa máscara, pero nunca podría esconder su corazón, que está lleno de odio y maldad.

Cuando eliminamos lo imposible solo queda la verdad, no importa lo increíble que pueda parecer. Así que piénsalo y acéptala.

Ya sabes, la vida es corta y cualquier día puede ser el último, así que disfrutemos.

Una pareja en la que sus componentes intentan protegerse mutuamente, suena bonito, pero un crimen sigue siendo un crimen.

Toda creación refleja los sentimientos de su creador.

Las flores son frágiles y muy efímeras. No importa cuanto tiempo intentemos protegerlas del viento y de la lluvia o hacer vallas a su alrededor, las flores se marchitan al intentar encontrar el sol. Si una tormenta llega a esa débil valla tampoco le sirve como escudo.

Fuerte no es el que gana, el que gana es fuerte.

Yo no soy la chica débil que crees que soy, que siempre necesitan estar protegiéndola.