Frases de Noragami

Nada acerca de este mundo ha cambiado desde su creación, la vida es barata, los débiles son aplastados, la derrota significa muerte y solo los vencedores sobreviven. Animales, insectos e incluso las plantas existen en un estado constante de competencia para vivir.

Entrar es tan fácil como puede ser; abandonar es lo que te asustará

Ignorante. Soy un dios, ¿recuerdas? ¡Todo el mundo sabe que se debe monedas de cinco yenes a los dioses!

Ayakashi. Son la personificación de los sentimientos humanos. Poseen a las personas y causan todo tipo de estragos.

Déjame darte un último consejo: ¡Deberías haber avisado con un mes de antelación antes de renunciar! ¡Es sentido común!

Mientras más cercano eres a alguien, más intentas fisgonear en cada repugnante detalle de sus vidas, así es como son los humanos.

Yo también tengo la culpa, ignoré lo que hacia... pensaba que podría dejarlo pasar.
Y me volví incapaz de decirle algo...

Nunca es demasiado tarde para cambiar.

¡Sufrirás mi ira, aquel que osa profanar la tierra del Sol Naciente! Te juro en mi nombre, el dios Yatogami, y acompañado de mi fiel Sekki, ¡borraré tu existencia de la faz de la Tierra!

Si la causa de su muerte no fue un suicidio, eso significa que los Tesoros Sagrados eran personas que se aferraban a la vida. Por lo tanto, ver como esas personas desperdician así su vida, es algo que Yato no puede perdonar.

Si un alma está dispuesta a suicidarse, significa que ya está perdida. No importa si está vivo o muerto, no tiene salvación.

- Hiyori: ¿Qué le pasó a mi cuerpo?
- Yato: -Debió ser el accidente... Está la Frontera Menor donde residen los vivos, y la Frontera Mayor. Básicamente quedaste atrapada entre medio de ambas.
- Hiyori: ¿Frontera Mayor y Menor?
- Yato: Sí, supongo que la Frontera Mayor es lo que ustedes llaman: El "Más Allá". Estás viva pero también eres un Ayakashi.
- Hiyori: ¿Ayakashi?
- Yato: Son encarnaciones de energía emocional. Poseen a las personas y provocan todo tipo de problemas.

- Hiyori: ¡No, suéltame, pervertido!
- Yato: ¡No soy un pervertido! ¡Soy un Dios!

Tú desea a sido escuchado fuerte y claro... Iki Hiyori, que nuestros destinos se entrelacen verdaderamente.

De alguna forma estamos a salvo... (Pensamiento) Aunque, esta chica me salvó de nuevo...

Huele bien...

Será una noche dura... Éste lugar está lleno de ellos. Sin un Shinki no puedo quedarme aquí.

¡Me convertiré en un Dios al que todos venerarán y pedirán deseos! ¡Y entonces... Me presentaré como la máxima deidad de la Tierra!

¿Puedes escuchar las voces del más allá?