- Les había pedido que hicieran negro el uniforme de la marina. De esa manera no podrías saberlo incluso si tienes sangre. La sangre en los muros del castillo de la región noreste aún no se ha secado. El océano noreste también está desbordado de sangre. ¿De quién crees que era la sangre? - Cale hizo la pregunta y luego la respondió. - El enemigo. Así como el enemigo de mi gente.
-Mi enemigo. Pero lo más importante, el enemigo de mi pueblo. - Esas palabras se clavaron en los oídos del Conde como clavos. Fue una advertencia. Mi gente.
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