La primera vez yo quería empujarte dentro del agua, porque esperaba que no te rehusarías, siempre y cuando haya simpatía, tú inmediatamente aceptarás. Pero... a la mitad del camino cambié mis pensamientos. Ni yo mismo sé por qué cambiaron, tal vez porque me gustas... una mano quiere arrastrarte dentro, y la otra no quiere implicarte.

Publicada por

Esta frase le gusta a

La frase ha podido ser editada después de que se haya enviado a moderación.

Comentarios

No hay mensajes