Odio a los humanos. No importa cuanto quiera amarlos o confiar en ellos, mi corazón no puede llegar a amarme a mi mismo y a otros. Los humanos siempre se vuelven abominables... No importa cuan santos sean, es por eso. Que quemaré toda la maldad incluso si cometiendo el tan detestable acto de matar me pongo a mi mismo al nivel de ellos. Para odiar el mal, para odiarme a mi mismo y continuar encarnando la muerte por siempre en mi vida... Esa es mi vida.
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