De repente, todo era divertido... hasta el punto donde ya no pude reír mas. A partir de ahí, todo lo que podía escuchar era su voz. Todo en lo que podía pensar era en él. Fue como si me hubiera convertido en arcilla y él estuviera dándome vueltas.
Publicada por
La frase ha podido ser editada después de que se haya enviado a moderación.