Cuando llovía, siempre me ataban a un árbol. Y entonces me decían: "Si eres compatible, podrás soltar las cuerdas". Siempre me pedías perdón llorando... pero después lo supe. Supe que aunque fuera duro estar atado, también era duro tener que ver cómo me ataban.

Publicada por

Esta frase le gusta a

La frase ha podido ser editada después de que se haya enviado a moderación.

Comentarios

No hay mensajes