Maté a todos los enemigos que pude y corrí con todas mis fuerzas. Y sin siquiera percatarme de ello, yacía en pleno bosque. Tener una garganta sedienta se sentía irreal, tener pulmones que respirarán se sentía irreal, tener ojos con los que llorar se sentía irreal. Pero luego lo comprendí, solo estaba feliz de sobrevivir con mi amigo.
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