No importa si tiene maldad o es cruel como un demonio... Medaka Kurokami acepta a cualquier ser humano. Solamente existe una persona a la que Medaka no puede aceptar. Es un hombre llamado Kumagawa. No era malo ni perverso. Era como un río de agua transparente. Sin embargo, sintetizaba en sí mismo todos los aspectos negativos del ser humano. Se enfrentara a quien se enfrentara, siempre perdía, era un perdedor nato y eso lo hacía más fuerte que cualquiera. Hacía daño a los demás con sólo respirar, provocaba destrucción con cada movimiento, planeaba seriamente acabar con todos y cada uno de los seres humanos, incluso consigo mismo. Su vida de fracasos era pura destrucción sin sentido. Ejercía una enorme influencia sobre la gente, no había manera de evitar que envolviera a todos los que le rodeaban. En aquel entonces Medaka se encontraba en primero de secundaria baja. Ella intentó comprenderlo, pero... al final... se deshizo de Kumagawa. No haber podido reformarlo es un fracaso del que se sigue sintiendo avergonzada. Muchos se alejaron de ella tras verla hecha una furia... Pero para ser sincero, yo me alegré de que Medaka pudiera sentir ira como el resto de nosotros. Medaka Kurokami puede ser una santa o un ángel para ayudar a los demás. Pero si se meten con sus amigos, se convierte en un demonio.
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