Siempre es una molestia tratar con desafiantes provocadores que interfieren con tu magia. Pensar que los dejarás pasmados de inmediato es una gran tontería. La magia no es una batalla, es algo que entretiene a las personas. Puedes dividir los miembros de la audiencia desafiante en dos grupos, el primer gurpo quiere sobresalir más que el mago, todo lo que puedes hacer para tratar con esa clase de personas es silenciarlas y luego está el grupo que es tan curioso, que no puede soportar no saber el truco, incluso si significa interferir con la magia, para ellos, no te limites en la teoria, si no intoxicalos con una muestra de brillante magia que roza lo imposible, si puedes hacer eso, tus alborotadores se convertirán en ardientes fanaticos, Así es como un verdadero mago debe ser.
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