Siempre he creído que el mundo gira entorno a mis garras y mis comillos. Y que si las usaba, podría quitarle la vida a cualquier otra criatura, siempre podría satisfacer mi propia hambre... Y que yo era verdaderamente bendecido. Sin embargo, esta vez fue diferente. Hay otros más fuertes a los que yo no puedo dominar. La muerte me enseñó esa lección. Pero soy más fuerte ahora. Por el momento, es posible que no tenga la fuerza suficiente para derrotarlos. Pero ahora estamos armados con la capacidad de aprender.