Hay momentos cuando la gente es forzada a sacrificar su vida por otros. Pero eso no quiere decir que usted o yo seamos admirables. Los que son admirables... Los que son hermosos... ¡Son esos hombres que murieron y nadie más! El resto de nosotros somos insignificantes y tontos, arrastrándonos... desordenadamente en el suelo y aferrándonos a la vida desesperadamente. Eso es todo.
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