Tú solo estás corriendo. Yo estoy moviéndome hacia adelante. En una confrontación, la persona que quiere ayudar a sus amigos, es más fuerte que la persona que solo escapa. ¿Por qué estás huyendo? Estuviste huyendo de ti, ¿no? Eso está bien. Es tu propio pasado. Dolor, fracaso, temor... Un doloroso pasado que te hizo querer escapar. Yo también estuve en una situación similar. Seguí corriendo, escapando de mi amargo pasado. Por eso entiendo el dolor en tu corazón. Ya nadie va a perseguirte. Ya no tienes que seguir huyendo.