Era habitual que mis compañeros abusen de mí. No recuerdo cuándo o cómo pero la oscuridad en mí empezó a devorarlo todo. Y cuando creí que ya tenía suficiente. Apareció él, mi sunsengnim. Obtuve luz y aprendí a vivir de un modo nuevo gracias a él. Y conocí este mundo llamado Murim, sin embargo, ese mundo desapareció casi tan pronto como lo encontré. Todo lo que me quedó no fueron sino los recuerdos dolorosos sobre mi sunsengnim. Y ahora una nueva historia está por nacer.
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