Siempre soy un espectador.
En la escuela elemental, las personas solían invitarme a jugar, pero luego de negarme tantas veces, me volví como soy ahora.
Como nunca tuve nada que hacer, comencé a escribir un diario.
Era bueno ser un espectador, sólo escribiendo lo que veía.
Tengo amigos, claro.
Aunque, son imaginarios.
Deus.
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