Colección - Saint Seiya: Soul of Gold

Sin importar en que condición este, voy a donde mi ardiente cosmos me lleve.

Si una fuerza maligna amenaza este mundo, usare mi puño para destruirla.

Ya morimos una vez, así que no debería haber lamentos si uno de los dos muere de nuevo.

Sentarse y esperar, eso sera lo mejor contra quien quiera que este jugando con el destino de los santos dorados.

Siempre estoy tratando de no destacar, pero mi belleza parece llamar la atención inevitablemente.

Soy un tipo practico, primero debo pensar en la razón por la cual debo luchar, de otro modo no podre actuar, así soy yo, dejo que los demás actúen basados en su pasión ardiente.

No es mi naturaleza atormentar mi mente por razones complicadas, solo dejare los pequeños detalles a los demás.

Si esperan que ruegue por mi vida, se equivocaron de persona.

Regresa a la oscuridad de la muerte, ese es el destino de los perdedores, acepta tu muerte y tu debilidad para arrastrarte en la miseria por siempre.

Me he levantado de entre los muertos en este mundo sin siquiera saber el motivo.

Se dice que sus puños perforan el cielo y que sus patadas parten la tierra, se dice que siempre aparecen cuando la maldad azota al mundo, los caballeros de oro de Atena.