El amor es una cosa fugaz, hay reyes que prometen amor eterno, y luego cambian de pareja como cambian de zapatos.
El amor es fugaz. Solía haber un rey que cambió a su reina diez veces, jurando amor eterno a cada una...
No ganó nada. Como rey y como padre, solo sufrió pérdidas, con esos ojos desagradables que ansiaban amor. Voy por el mismo camino que él. Bueno, no se puede evitar. Solo puedo reconocerlo.
Soy muy consciente de quién eres dentro del libro. Amabas a una chica diferente. Ese es tu futuro. Si por casualidad, esa persona aparece ante ti... ¿podrías seguir amándome?
Raeliana. Yo, perdí la compostura porque...es solo que...cuando vi que casi te pierdo, pensé que me volvería loco.
Me has estado usando como mejor te pareció, y ahora me estás botando porque ya no soy de ningún uso para ti.
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- Noah, ¿alguna vez te has enamorado? - No. - ¿Por qué? - Soy un duque y pertenezco a la realeza. - Uh...quieres decir que...¿entonces no piensas enamorarte porque perteneces a la realeza? - Así es, enamorarme traería como consecuencia enormes riesgos. - Aún así terminarás enamorándote muy pronto.
- Noah, estoy preguntando esto como tu amigo y no tu asistente. ¿Eres serio con la señorita Mcmillan? - No. - Tus acciones recientemente dicen lo contrario. - Estás diciendo algo raro. - Oh, ¿entonces no te importaría que me acerque a la señorita Mcmillan? - ¿Qué estás preguntando? Conde Keith Westernburg, no cruces la raya. - ...Sí.
Es gracioso. La vida ha progresado tremendamente, y lo que antes era desconocido para nosotros ha disminuido. A pesar de todo eso, los humanos no saben controlar incluso un sentimiento tan básico como el amor. Nunca sabés cuando terminarás enamorándote de alguien. Pero al mismo tiempo, no sabés si estás realmente enamorado de esa persona.
Yo siempre fui la ganadora, no importa que, diga o haga, si lo quisiera, lo tendría. Hasta que lo conocí.
Si supiera que me casaria con un hombre, solo para terminar justo debajo de su nariz, preferiría afeitarme la cabeza y entrar en un templo. Por lo tanto, por el bien de la reproducción, el amor es impredecible e incontrolable. Cuándo estás abrumado por las emociones, terminas tomando decisiones que pueden arruinar tu vida.