Frases de Bravely Default

Ella es mi pecado, pero también mi perdón. Mi ego. Mi alegría. Me dedico a ella por completo y nada me hace más feliz.

Soy Ringabel, o al menos así me llaman. No tengo recuerdos, ¿sabes? Cruel, ¿a que sí? Aunque, bueno, mejor tomarse con humor lo de no recordar tu pasado. Pero tengo este libro. Eso sí, sus páginas no contienen hechos... solo el futuro. Y lo que es más importante, una mujer. Aún no la conozco y ya estoy enamorado.

Hace falta una voluntad de acero para luchar contra alguien dispuesto a morir por sus ideales.

Mientras me quede un hálito de vida, me aseguraré de que a ella también. No importa cuánto sufra, no morirá.

Creo en la fuerza de los sentimientos. Seguiré creyendo, aunque se transformen y cambien tanto al punto de que ya no los reconozca.

La vida no es una ciencia exacta. La justicia y la verdad tienen diferente significado para cada persona.

Recuerda que lo que busca una chica no es inocencia sino emociones fuertes. Eso, y una técnica refinada.

Cada acción tiene su consecuencia. La alegría de uno puede suponer el llanto del prójimo.

Ahora que todo acabo, creo que es hora de devolver lo que tomé prestado.

El orgullo del guerrero no siempre es compatible con las responsabilidades del comandante.

Enfrentarse a la muerte sin miedo por una causa en la que crees, es un credo personal realmente admirable.

Ser valiente no significa no temer a la muerte, pues seguir viviendo se torna más aterrador que morir, sobrevivir demuestra donde está el auténtico valor.

Un caballero siempre paga sus deudas. ¡Y con las mujeres, por duplicado!

Mi frase de guerra podría ser: ¡Esto seguro que te mata, pero igual no!

Quizá los más felices sean las almas gemelas, tan parecidas entre ellas que consiguen encontrarse.

Hay quien piensa que vivir mucho tiempo con alguien idéntico a ti puede volverte loco.

Esta noche ahogaré mis penas en helado. No intentéis determe.

El auténtico código de un caballero se distingue por no temerle a la muerte.

Y Edea... Espero que tú también te unas a la vestal aquí. Siempre tan poco femenina. Caprichosa. Inocente y obstinada. De lágrima fácil... Perfecta. No entiendo qué viste en la vestal. Cuál fue el detonante. Pero juro que siempre te protegeré. A toda costa.

Estoy sacando la foto de Edea del marco y colocándola entre estas páginas. Quiero llevarla junto a mí...