Cuando era niño, el chico conoció el fuego. Era la calidez que siempre le proporcionaba su padre. Y ahora el fuego se convirtió en su guía. Una lámpara salvadora que lo ilumina todo, aspirando a su difunto padre. Los ojos emocionados del chico están concentrados en seguir la espalda de su padre. La espalda de su difunto padre al que ya nunca podrá alcanzar.
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