Entré a esta escuela para poder hacer amigos, cuando yo estaba en otra escuela, no tenía a nadie que pudiera llamar ''amigo'', pero en esta escuela, fui capaz de encontrar amigos. Y en estos últimos tres años he hecho amigos muy queridos, y lo que me permitio conocerlos era una recidencia llamada Sakurasou. A la primera semana de clases fui desalojada de las residencias habituales, y me trasladaron, al principio, era solo el supervisor, y yo. Era un lugar tranquilo y triste, no había risas, no habia ni siquiera un susurro, asi empezo mi vida en el instituto.
Mi primer día en Sakurasou mire cada una de las habitaciones vacías, y dibuje un corazón en mi sueño. Soñaba que algún día todas las habitaciones de Sakurasou estarían llenas para que el lugar se llenara de luz cálida y risas. Y ese sueño se hizo realidad. Una tras otra, las habitaciones se llenaban, les decía a todos ''buenos días'' todos los días, y cada vez que venia alguien nuevo le daba la bienvenida.