Por lo general, las personas que son conscientes de sus defectos tocan débilmente, como si intentaran ocultar su sonido, prestan demasiada atención a los demás y ya ni siquiera pueden proyectarse, pero otros, pase lo que pase, siempre tocan fuerte, tan fuerte como puedan, eso es impresionante, y creo que deberían seguir tocando tan fuerte como siempre.

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