Se sentía irreal, de alguna manera. Sus dedos envolvían los míos... cómo si fuera un niño testarudo y mi hombro aún estaba húmedo... de sus lágrimas. El hecho de que yo estaba... comenzando a conocerlo... era simplemente tan... raro.
Yo siempre pensé que las cosas malas que hice estaban justificadas; una forma de defensa propia. Así que odiaba como sentía lástima por lo que le había hecho a Lee Dayeol. Lo odiaba... porqué tenía tanto miedo de soportar... todas estas emociones.
- ¿Estás bien ahora? - He estado bien - ¿En serio? Es es genial. Aún así, no parece que estés bien. Puede que otra vez esté metiéndome dónde no debería, pero... no te has visto nada bien desde hace un tiempo. - Detente. ¿Al final, qué es estar "bien"? ¿Eh? Yo solo... estoy igual que siempre.
¿Qué se supone que voy a hacer ahora? No tengo idea de cómo es que la gente normal piensa... o actúa... ¿Qué demonios se supone que haga? Yo nunca me perdoné, así que como es eso... ¿Tú puedes perdonarme así de fácil?
¿Quién eres tú para trivializar lo que he atravesado? ¿Quién te crees que eres? Tomando la lucha de mi vida... y la horrible verdad de que he estado tratando tan desesperadamente de escapar... como puedes poner todo eso en una situación como esa... ¿Cómo si no fuera la gran cosa? Lo has hecho para que yo ni siquiera pueda sentir el dolor más.
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Lo único que importa es el objetivo. Tengo que ignorar todo lo demás. Y si no puedo ignorarlo, tiene que irse. Esa es la única manera... en que puedo encontrar mi lugar.
Podría decir porqué siempre me sentí raro cerca de Taehyun. Porqué se sentía tan diferente y los sentimientos que tuve... estaban diciéndome... que lo evitará.
Cho Taehyun es como el viento. Un viento que no puedo leer. Un ruido que no puedo ignorar. Él me confunde. Las cosas se salieron de control desde el momento en que me involucré con él.
Tengo que lograr la marca y para satisfacer esta desesperada necesidad de éxito... tengo que abandonar cualquier emoción... cómo si estuviera solo en esté mundo sin nada más que el objetivo.